miércoles, 4 de junio de 2014

En tierras Inglesas.

Día 1  Canterbury - Dover. 30km
Mi primer día de camino ha sido un poco caótico. Los nervios, la lluvia, el desconocimiento y el cansancio se han apoderado de mí. Salí de Canterbury tan inquieto que ni siquiera me hice una foto en la Catedral y unos 30km después llegué a Dover sin saber ni donde pasaría la noche. Grandes llanuras sembradas de trigo y soja han sido mis únicos acompañantes durante todo el precioso trayecto. Este camino es muy poco conocido y apenas hay señalizaciones por lo que me he perdido en varias ocasiones. Aquí la intuición y la improvisación juegan un papel muy importante y me gusta que sea así porque me estoy poniendo a prueba, me explico; yo suelo controlar bastante lo que hago en mi vida, soy metódico en mis horarios y quehaceres y no me gustan los imprevistos ni las dudas. Normalmente no dejo cabos sueltos. Y ahora cada día es una ordalía para mí puesto que no sé cuándo comeré, cuándo llegaré al lugar que me propuse a la mañana, qué me encontraré y ni siquiera si tendré un lugar para dormir. Quiero dejar de controlarlo casi todo durante este tiempo, aunque sé que me costará mucho cambiar este hábito tan arraigado en mí, pero quiero que el concepto de "flexibilidad" comience a formar parte de esta experiencia.
Por cierto, estoy agotado.

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