domingo, 22 de junio de 2014

De buen rollito.

Día 19. Domingo 22/06/14 Châteauvillain - Mormant 20km.

Amaneció un día espléndido y a mí se me disipó la nostalgia de no haber asistido anoche al Vl certamen internacional de pinchos entre colegas, que celebramos anualmente unos doce amigos y que cada año supera al anterior.
La salida del pueblo era a través de un bonito parque donde incluso llegué a ver unos cuantos ciervos salvajes. Al terminar el parque, comenzaba una pequeña carretera asfaltada por donde la guía decía que se llegaba directamente a mi destino de hoy, pero me da por mirar el mapa y veo un camino forestal que, aunque un poco mas largo que la carretera, me lleva al final al mismo sitio. En ese momento de acorde de mi amigo Alfredito y me dije;" si él estuviera aquí, seguro que tiraríamos por la ruta forestal", y así lo hice. Era un carril de tierra precioso, rodeado de naturaleza que lo cubría por completo apenas dejando pasar el sol. Al rato volví a ver mas ciervos y yo estaba como extasiado, caminando alegre y canturreando alguna canción. En un momento dado, sonaba en mi cabeza aquella canción de dice "cuando la tarde languidece renacen las sombras y en la quietud los cafetales vuelven a sentir, esa triste canción de amor de la vieja molienda..." cuando de pronto me quedo paralizado al observar en mitad del camino y a no más  de 40m de mí, un jabalí negro y grande (ese bicho pesaba mas de 150kg) rodeado de siete u ocho jabatos. Al mismo tiempo que yo me quedaba paralizado el jabalí me vio,  y asustado pego un gruñido a modo de aviso, y salió corriendo bosque adentro seguido de sus jabatos. Supongo que era una hembra, pero no me dió tiempo a preguntárselo...No sé que hubiera pasado si la jabalí llega a saber que yo estaba más  acojonado que ella, mirando alrededor buscando un árbol al que trepar o viendo hacia donde podría correr.  Se me quitó el buen rollito de momento, me puse hipervigilante y me dije "Sergito, camina rápido a ver si llegas pronto y no te vuelvas a meter donde no te llaman". Pero antes de llegar tuve la ocasión de encontrarme con otra manada, que esta vez espanté a voces desde una distancia prudencial y más tarde, en mi obsesión jabalina le grité también de lejos a lo que pensé que sería un jabato y luego, al salir corriendo y verle la cola peluda, supe que era un zorro. Después me relajé un poco al ver que los animales se alejaban corriendo al verme y llegué a mi destino canturreando de nuevo "una pena de amor, una tristeza, lleva el Santo Manuel en su amargura, pasa incansable la noche moliendo café...".
Por cierto, si mañana vuelvo a ver otro camino alternativo que me atraiga, no les quepa la menor duda que lo cogeré.
La foto no es muy buena, pero si se fijan bien podrán ver unos ciervos a lo lejos.

2 comentarios:

  1. ¿Cómo no ibas tú a coger el camino alternativo? si tu madre tiene razón y como ella dice: " estás siempre buscando el peligro"

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  2. Así es Sergito. escogiste el camino correcto. Cuantas veces hemos descubierto lugares nuevos por salirnos del camino.. Un abrazo Sergito. Sigue relatándonos tus aventuras y poniendo ese punto de emoción en nuestras vidas. Se te echa de menos.

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