domingo, 22 de junio de 2014

Por una Francia florida.

Día 18. Sábado 21/06/14. Bar sur Aube - Châteauvillain 31km.

Soledad, ¡divino tesoro! Vuelvo a caminar a mi ritmo, a mi aire, parando donde y cuando me apetece, sin sentirme presionado. Se supone que esto es lo mas parecido a la libertad, aunque estaría bien sentirme así aún cuando esté con los demás, pero aún no he alcanzado ese nivel. Es más, a veces temo convertirme en alguien parecido al lobo estepario de Hermann Hesse, ¿me estaré volviendo un inadaptado? Aviso para familia y amigos en general, y para Desi en particular; confío en sus habilidades para devolverme a la sociedad cuando regrese...
   Estoy gratamente sorprendido por el gusto de los franceses hacia las flores y los jardines bien cuidados, hasta tienen un "consejo nacional para los pueblos y ciudades floridas". No hay pueblito por el que pase en el que no haya bonitos parterres con flores bien cuidadas. La limpieza de sus calles es otro tema que me llama la atención, puesto que no se suelen ver ni siquiera colillas en el suelo. Eso sí, las calles no las pueden ensuciar mucho porque esta gente es muy de su casa, si no fuera porque se ven los jardines y las calles tan cuidadas diría que a veces paso por pueblos fantasma. El otro día pasé por uno que estaba en fiestas, y unos kilómetros antes se veían carteles anunciando las actividades que se iban a hacer. Yo me dije, "por fin voy a ver algo de gente y alegría por las calles", pero mi gozo en un pozo, exagero si digo que había 20 personas en la plaza del pueblo y tan poco estimuladas que se  quedaron mirandome mientras pasaba con mi pinta de guiri extraviado, como si yo fuera su principal atracción. Si lo sé, les hubiera cobrado por el espectáculo...

1 comentario:

  1. Me alegro de que confíes en que yo te devuelva a la sociedad, pero como como tardes mucho lo tendré difícil, en este caso el tiempo corre en mi contra. Ánimo guapisimo, disfrutamos con tus pensamientos.

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