sábado, 2 de agosto de 2014

Adicción al camino

Día 58. Jueves 31/07/14. Valpromaro - Altopacio 32km.
Eran las 12.00h y tras 15 apacibles kilómetros entraba por una de las puertas de la ciudad amurallada de Lucca. Impresionado por la belleza de su casco histórico me preguntaba si quedarme allí el resto del día o continuar, ya que voy sobrado de tiempo para llegar a Roma. La duda me embargó y reconozco que me generó cierto malestar hasta que, después de un largo paseo por sus laberínticas calles, tomé la decisión de continuar. Es una especie de impulso el que me tira al camino, siento que es allí donde debo estar y donde este viaje cobra sentido. Así haga frío o calor, llueva o salga el sol, hay algo que no identifico muy bien que me incita a seguir, a no parar salvo que me encuentre muy cansado. A menudo lo comparo a una especie de adicción, puesto que necesito mi dosis diaria y mientras camino, el tiempo fluye y las horas pasan sin apenas darme cuenta. Pero hay veces que me molesto conmigo mismo, porque teniendo la oportunidad de pasar la tarde en una bonita ciudad, renuncio a ello por seguir andando. ¿Alguien me lo explica?

1 comentario:

  1. Creo que no estamos nosotros en posición de explicarte nada a tí. Tendrás que encontrar tú solito la respuesta. Buen Camino.

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